"El futuro es de todos": ¿Enserio?
En el año 2018, Colombia ocupó el primer lugar en terrorismo en América Latina.
En 2019, cerró el año con 11.627 homicidios. Según cifras del instituto de medicina legal, el año 2019 cerró con broche de oro con 10.651 homicidios hombres y de las cuales 976 restantes, fueron mujeres. Tenemos alrededor de 77 homicidios por cada 100.000 mil habitantes.
Tenemos 9.4 millones personas que viven en pobreza multidimensional, equivalente al 19,6% de La población.
Se especula que las cifras reales son superiores.
El 47,2% de las familias que tienen domicilio en un área metropolitana, se sustentan de la informalidad. Solo el 23% de la población colombiana cotiza pensión, de los cuales el 2,7% la adquieren.
Ocupamos el quinto puesto en América Latina en impunidad y el octavo a nivel global de los 59 países que se midieron.
No es una cifra inventada….
La ciudad con el menor índice de impunidad es Tolima con 36.39 puntos de 100.
El alfabetismo alcanza cifras sorprendentes, donde el 2.7 millones habitantes de 48.2 millones según los datos del Dane, son analfabetas, y sin contar el analfabetismo funcional.
La inflación va en aumento, dándole crédito a 3,80% por el precio de los alimentos.
Ser niño no es nada fácil en un país como el nuestro: ocupamos el segundo lugar en Latino América en matar Niños con el 20,9% de cada 100.000 mil menores. Donde llegar a la juventud puede significar un peligro. Según un informe forense de medicina legal, en la edad de los 15 a 17 años se contabilizan anualmente alrededor de 518 homicidios y de 18 a 20 años 683. Cifras que pueden sonar extravagantes, pero si no te informas y solo vives en tu conformismo, el futuro no es de todos.
Vivimos en un país donde ser líder social es parecido a suicidarse, por no decir que es idéntico. Según el reporte de Indepaz, van alrededor de 777 personas brutalmente asesinadas desde el 2016 hasta el 2019. Un país donde salir a exigir tus derechos es sinónimo de muerte.
Colombia critica el país vecino cuando nuestras cifras están por debajo de lo mínimo aceptable. Según el reporte de la Organización Visión of Humanity, donde ésta pública el informe anual sobre el índice de paz. Colombia Ocupa el puesto 143 por debajo de Venezuela que ocupa el 144 entre los países menos pacíficos. Que orgullo.
Nuestro sistema está llegando al límite con la corrupción.
Pues la corrupción no es menos que cualquier otro país al cual criticamos por no volvernos como ellos, pero si nos informáramos, comprenderíamos que ocupamos el cuarto puesto en América Latina y el puesto 96 a nivel mundial. En 2018, la consulta anticorrupción ni siquiera pasó el umbral en las dos consultas promovidas pues el total de votos fue 11,674,951, y para obtener el umbral se necesitaba 12,140,342 votos. Cifras que fácilmente puedes googlear. Pero vivimos en un país donde la tecnología es sinónimo de basura mediática, donde los memes y compartir historias rechazando la precariedad del sistema se simboliza como democracia. Donde salir a votar es solo la función principal de un ciudadano de bien.
No basta decir que para que la situación de una mujer que sufre violencia intrafamiliar por parte de su esposo, cambie, se necesita que sea buena esposa. Eso es misoginia y vivimos en un machismo en el que cada día los índices muestran su poca reducción.
Entonces, así que: “El futuro es de todos”, aunque suene cómica y un poco absurda, no significa que no debamos entenderla como ciudadanos, significa que simplemente está mal comprendida.
Ser ciudadano de bien no es: NO botar basura a la calle, ni adjudicarse a un trabajo o e inclusive, no serle infiel a la pareja con la que compartes todo.
Ser ciudadano de bien es respetar y tener valores y disciplina para construir un nuevo país. Es lo mínimo que se debe hacer y estamos por debajo de lo aceptable.
Amigo innombrable no entiendo por qué críticas a las personas por un pensamiento más crítico y menos persuasivo, o desde cuando se volvió idealmente correcto seguir dominando el pueblo justificando los medios.
Vivimos en un país donde cada vez más se suman empresas multinacionales para explotar nuestros recursos naturales. La deuda externa se socializa dando por hecho que somos tercermundistas y saqueados por unos cuantos.
Así que debemos dejar de culpar al otro e inclusive al gobierno. Sin dejar de aceptar que son la principal causa del problema. Pero si no aceptamos que el cambio está en uno mismo, no podemos construir un nuevo país.
Decir que él otro debe cambiar sin antes mirar que debemos cambiar, es sinónimo de darle la espalda al cambio. Aquí no es solo cambiar de dueño. HAY QUE DEJAR DE SER PERRO.
Hay que tener voluntad y disciplina porque las cosas no se cambian de la noche a la mañana. Hay que educarnos para hacernos preguntas en vez de para aceptar respuestas. Pero si no quieres aceptar que para salir del lodo tienes que empuercarse y empujar, solo eres una persona que se queja en la comodidad de su conformismo. ¿El futuro es de todos?, sí, pero si dejamos de hacer lo mínimo… en una cultura rígidamente impuesta.
Autor: Franklin Sayago 30/01/2020
BIBLIOGRAFÍAS:
· https://www.aa.com.tr/es/mundo/el-19-6-de-los-colombianos-vive-en-pobreza-multidimensional/1530438
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